Todo lo que nuestros antepasados y nuestros contemporáneos han creado y siguen creando para formar nuestro Patrimonio Cultural; la gran variedad de paisaje que con su flora y fauna constituyen nuestro Patrimonio Cultural.
Para nosotros y para nuestros hijos debemos conservar esa riqueza, cuidando de que no se contaminen nuestros hermosos paisajes, de que no se destruyan ni se pierdan nuestros tesoros arqueológicos y virreinales, nuestras costumbres y tradiciones.
Muchos peruanos menospreciamos nuestro patrimonio por considerarlo cosa del pasado, un lastre del que hay que deshacerse para concentrar los esfuerzos en la creación del Perú del mañana, un Perú moderno, internacional e industrializado.
De ningún modo se trata de detener el progreso del país ni de evitar cada vez la mayor comunicación con las diversas naciones del mundo pero no debemos de olvidar que ese Perú del mañana dejara de tener personalidad propia si destruimos o descuidamos.
El patrimonio cultural no es algo muerto. Si sabemos escuchar, observar cada piedra labrada en siglos pasados, cada imagen pintada o esculpida, cada adorno y vasija nos daremos cuenta de algún detalle de nuestra historia
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